lunes, 22 de marzo de 2010

Mensaje Comandante Marcos a 34 años del Golpe

A 34 AÑOS DEL
GOLPE CÍVICO-MILITAR

NO OLVIDAMOS,
NO PERDONAMOS - JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES

NO NOS
RECONCILIAMOS

24 de Marzo del 2010

A los niños, niñas, ancianos, ancianas,
jóvenes, jóvenas, hombres, mujeres de la Argentina. América Latina, Planeta
Tierra.

Hermanos y hermanas:

Aquí México Zapatista. Allá la digna
Argentina. Les habla el Subcomandante Marcos, a nombre de todos los hombres,
mujeres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Queremos aprovechar que los hermanos y
hermanas de Argentina nos dan la oportunidad de decir nuestra palabra en este
acto que sirve para darle a la verdad y a la memoria el lugar que merecen.

Porque hay y ha habido quien creyó y
cree que, asesinando personas, asesina también los pensamientos y los sueños que
en veces son palabras y en veces son silencios.

Quien así cree en realidad teme. Y su
temor adquiere el rostro del autoritarismo y la arbitrariedad.
Y en la resaca de la sangre busca la máscara de la impunidad y el olvido.

No para que todo quede atrás, sino
para asegurarse de que podrá de nuevo hacer actuar su temor sobre los que le son
diferentes.

Nuestros más antiguos nos enseñaron que
la celebración de la memoria es también una celebración del mañana.

Ellos nos dijeron que la memoria no es
un voltear la cara y el corazón al pasado, no es un recuerdo estéril que habla
risas o lágrimas.

La memoria, nos dijeron, es una de las
siete guías que el corazón humano tiene para andar sus pasos.
Las otras seis son la verdad, la vergüenza, la consecuencia, la honestidad, el
respeto a uno mismo y al otro, y el amor.

Por eso, dicen, la memoria apunta
siempre al mañana y esa paradoja es la que permite que en ese mañana no se
repitan las pesadillas, y que las alegrías, que también las hay en el inventario
de la memoria colectiva, sean nuevas.

La memoria es sobre todo, dicen
nuestros más primeros, una poderosa vacuna contra la muerte y alimento
indispensable para la vida.

Por eso, quien cuida y guarda la
memoria, guarda y cuida la vida; y quien no tiene memoria está muerto.

Quienes arriba fueron poder nos
heredaron un montón de pedazos rotos: muertes aquí y allá, impunidades y
cinismos, ausencias, rostros e historias emborronadas, desesperanzas. Y ese
montón de escombros es el que nos ofrecen como tarjeta de identidad, de modo que
decir "soy" y "somos" sea una vergüenza.

Pero hubo quienes fueron y son abajo.
Ellos y ellas nos heredaron no un mundo nuevo, completo y acabado, pero sí
algunas claves y pistas para unir esos fragmentos dispersos y, al armar el
rompecabezas del ayer, abrirle una rendija al muro, dibujar una ventana y
construir una puerta.

Porque es bien sabido que las puertas
fueron antes ventanas, y antes fueron rendijas, y antes fueron y son memoria.
Tal vez por eso temen los de arriba, porque quien tiene memoria en realidad
tiene en su futuro una puerta.

Somos muchos y muchas los que al buscar
la memoria estamos buscando partes de nuestro rostro. Quien nos pide que
olvidemos, nos pide que sigamos incompletos, usando las prótesis que el Poder
oferta.

Este día, en Argentina, en México y en
otras partes del mundo, hay muchos y muchas guardianes de la memoria reuniéndose
para una ceremonia tan antigua como la palabra: la del conjuro del olvido y la
desmemoria, la de la historia.

Hoy, quienes tienen a la Argentina como
patria, nos enseñan que quien camina la memoria, en realidad camina la vida. Y
queremos que todos y todas ustedes sepan que escuchamos sus pasos y que, al
escucharlos, recordamos que el principal atributo del ser humano sigue siendo la
dignidad.

Digna Argentina: los zapatistas de
México te saludan.

Vale. Salud y que nunca más la
estupidez se permita democratizar el miedo y la muerte

Visitar COLECTIVO INTERNACIONAL LOS PUEBLOS DE AMERICA ORIGINARIA en: http://americaaborigen.ning.com/?xg_source=msg_mes_network


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